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Muchas son las denuncias de
atropellos, vejamenes, represión, tortura e incluso de asesinatos en su contra.
María; mujer embarazada en situación de calle asesinada en septiembre del 97 a manos de la Policía de Caracas por orden directa de Ledezma, única y
exclusivamente porque pernoctaba en la adyacencias del Palacio de Gobierno.
Otra surgió a raíz del desalojo de un grupo de indigentes que se había asentado
debajo de un puente, en Caracas, hasta allí llegó una comisión el 15 de abril
de 1998, destrozando los escasos bienes de 15 personas y golpeándoles con
peinillas. Entre las víctimas se encontraba una menor, quien recibió golpes en
la cabeza y los brazos que le provocaron la muerte por politraumatismo. Al respecto, Antonio Ledezma se
limitó a declarar: “De alguna forma hay que sacar a los
indigentes[...] no es posible hacer un operativo de desalojo con guantes de
seda”.
El citado Informe Anual de
Provea indica : “En el marco de la realización de operativos de seguridad en
barrios populares, los malos tratos a los habitantes de esos sectores están a
la orden del día. Los abusos en este contexto definitivamente constituyen una
constante en Venezuela, tal como lo han denunciado diferentes comunidades
afectadas por esa práctica de los cuerpos policiales”.
Aquí
constatamos como éste refrendaba el modus operandi del cuerpo de seguridad a su
servicio así como el desprecio y la discriminación hacia los más desposeídos.
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